Gomburza es el nombre popular que recibieron y aún hoy reciben las tres figuras históricas de los padres Mariano Gómez, José Apolonio Burgos, y Jacinto Zamora, tres sacerdotes filipinos que fueron ejecutados el 17 de febrero de 1872 por las autoridades coloniales españolas. El nombre es un compuesto a partir de las siglas de los sacerdotes: Gom-Bur-Za.
Tras el Motín de Cavite de 1872, los tres clérigos fueron acusados de subversión y de incitar a la revuelta. Los sacerdotes publicaban artículos en un periódico llamado La Verdad donde criticaban abiertamente y con dureza al régimen colonial. Ello hizo que muchos los creyeran radicales y sirvió también para que el régimen los acusara de sediciosos, los juzgara y los condenara.
Su ejecución injusta tuvo un profundo efecto en muchos filipinos, y marcó especialmente a José Rizal, el héroe nacional, que llegó a dedicarles una novela (El filibusterismo) en la que denunciaba la falsedad e irregularidad de su juicio. El hecho intensificó el sentimiento nacionalista de los filipinos y a la larga contribuyó al avance de la descolonización y del movimiento independentista.